martes, 9 de febrero de 2016

Una sociedad con un ''silencio amordazado''



Un día habrá una isla
que no sea silencio amordazado.
Que me entierren en ella,
donde mi libertad dé sus rumores
a todos los que pisen sus orillas.
Solo no estoy. Están conmigo siempre
horizontes y manos de esperanza,
aquellos que no cesan
de mirarse la cara en sus heridas,
aquellos que no pierden
el corazón y el rumbo en las tormentas,
los que lloran de rabia
y se tragan el tiempo en carne viva.
Y cuando mis palabras se liberen
del combate en que muero y en que vivo
la alegría del mar le pido a todos
cuantos partan su pan en esa isla
que no sea silencio amordazado.


Como podemos observar en ese poema se refleja la realidad actual de nuestro país.
Pedro García Cabrera pone de manifiesto la censura existente durante la época franquista tratando de, alguna manera, llevar a cabo una lucha constante a favor de la libertad en general y la libertad de expresión en particular. La libertad de expresión es algo que todos los humanos debemos garantizar, puesto que, es un derecho que nos hace diferenciar entre los ciudadanos de antes y lo de ahora.

En numerosas ocasiones, los medios de comunicación aportan información tendenciosa según sea su ideología con el fin de crear pensamientos que beneficien los intereses de la clase alta, desarrollando, como consecuencia, un ambiente de represión, de algún modo, al querer inculcar en todos los individuos el mismo afán o pensamiento.

Actualmente las personas tienen libertad de expresión, muchas veces, limitada por el miedo a ser sancionada o agredida pero si lo comparamos con la época dictatorial de la España que refleja el autor de este poema se puede ver el gran avance existente, aunque todavía quede más por hacer.
No obstante, esta libertad de expresión se intenta suprimir, en cierta medida, con una nueva ley que amenaza al pueblo español: la ley mordaza. Esta ley oprime uno de los derechos fundamentales para la vida diaria de las personas, el derecho a opinar, a la lucha por los intereses que nos protegen, a las manifestaciones que reivindican el desacuerdo con ciertas reformas. ¿Es que estamos volviendo a la época franquista? ¿Volvemos a ser esclavos y no ciudadanos? Según parece esto es así y solo una lucha activa del pueblo puede cambiarlo.
Aunque haya un avance visible en lo que a este tema se refiere, muchos otros países no están de acuerdo con esta libertad para opinar y hacer burla pública o generalizar sobre ciertas religiones o creencias.

Así mismo, entre el 7 y el 10 de enero del 2015 se produce un atentado en la capital de Francia por parte de cuatro yihadistas contra una revista satírica que mostraba su opinan sobre la religión islámica mediante unas viñetas haciendo referencia al profeta de esta religión. Este acontecimiento, que trajo consigo 17 muertos, hizo hacer levantar al pueblo, sobre todo en las redes sociales para poner de manifiesto el delito que se había cometido contra la libertad de expresión y reivindicar el derecho a poder opinar libremente sin miedo a ser juzgado, torturado o amenazado.


En resumidas palabras, el pueblo español tiene como objetivo principal la batalla continua para garantizar una que ley que protege la libertad individual y colectiva, porque no se puede vivir con tanta censura, con este ‘’silencio amordazado’’, como bien utilizó Pedro García Cabrera, que ellos, el alto poder, intenta imponer sin pasarse a pensar, tan siquiera, en las consecuencias y en el atraso, que esta decisión conlleva.

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